- Y no poder comerte. Las dietas son cosa del diablo, me cae. Por eso lo más sano es tener un equilibrio al comer. Recomendaciones que he leído son las siguientes: Comer sin distracciones (porque según, el cerebro es lento y se tarda en darse cuenta de que tu estómago ya se llenó... mientras tanto le seguimos echando dulces a la piñata). Comer moderadamente cinco veces al día (para que no te ataque el mal del puerco). Desayunar siempre. Hacer ejercicio (alguna vez fuimos nómadas). Es difícil bajar de peso, pero se puede, aunque lo ideal es no tener que vernos en la penosa necesidad de restringir la ingesta de ciertos alimentos deliciosamente culposos. Tampoco es agradable sufrir a cada rato por la caloría que se nos escapó del conteo o querer llegar al borde de la anorexia. Lo de hoy es la cultura de la prevención: no es por vanidad (el Internet muchas veces se encarga de comprarnos autoestima si hace falta), es por salud. Comer debe ser una forma de alcanzar la felicidad,
Blog de Olga Carrizales