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Mostrando entradas de febrero, 2015

No es como en las películas

si caminas derrotado no hay canción triste que acompañe la decepción no hay lluvia falsa o perro que te orine no hay coche que atropelle tu cuerpo para terminar en una cama de hospital muy larga contando tus memorias a un extraño hoy no vas a morir a gusto con un óscar en la mano esa lástima no te corresponde no es como en las películas hoy eres tú esperando todavía en la mesa de siempre a que alguien te prometa lo de siempre lo que siempre se promete en las películas hoy eres tú escribiéndole a un amigo estoy harta antes de saltar por la ventana de la televisión eres tú pidiendo ayuda porque no eres lo que nadie soñó en un mundo de gente común no eres especial por qué no eres especial te preguntas como la gente que sale en las películas por qué nadie te enseño a actuar por qué todavía por qué no es como en las películas por qué yo sí existo por qué - oc

El patiecito

Ay, ya se va a acabar mi febrero pop y comienza el mismo cuento de cada fin de mes: el tiempo, qué rápido pasa, a dónde va mi vida, qué voy a hacer, dónde está la salida de emergencia, paren el mundo que me bajo, etcétera. Luego de esas reflexiones inútiles (en la mayoría de los casos) recuerdo un poema de Ramón Palomares: El patiecito Me dijo mi padre el Dr. Ángel - ¿Qué hacés Rómulo? - Estoy desyerbando el patiecito voy a sembrar. Pero... - ¿Adónde está lo que te di Rómulo? ¿De qué estás viviendo? - Bueno soy escribiente padre Escribiente - Entonces no fuiste lo que yo soñé - Ay padre lo que soñaste se lo llevaron las aguas Ahora sólo hay malezas malezas ¿ves? Estoy limpiando el patiecito. Y pues, no, supongo que no somos el sueño de alguien más. Espero que no. Cumplir expectativas ajenas es tan cansado.

Apuntes sobre la dieta

La altas expectativas crean altas decepciones: altas dosis de depresión y posibilidades de suicidio. He leído sobre el cuerpo últimamente. ¿En qué momento piensa una con tanta desesperación en la delgadez? Alguien que me quería mucho -creo- me dijo: "necesitas estar delgada, es por salud". Sí, es un argumento válido, considerando las altas tasas de obesidad en México y en el mundo. "Necesitas estar delgada porque luego se burlan de ti", "porque tus tías están gordas y luego tú vas a estar igual". De esa manera cualquier bocadillo ha sido condenado en el mundo de la imagen, así que todavía me subo a la báscula y como no peso 45 kg, una parte de mí se siente culpable. Pero hay otra parte a la que no le importa (la parte que me gusta) así que seguiré comiendo -moderadamente, claro, como debe ser: ñamñamñamñam-. Hacer dieta hasta quedar al borde de la anorexia creo que no es lo mío. Coming soon: un post sobre los puercos.

Poemas de amor para casos de emergencia

(Tal vez quiso decir: "poemas de amor para no poetas", "poemas de amor para poetas de clóset".) El 14 de febrero es ese día en el que la gente regala flores, chocolates, muñecos de peluche y demás cursilerías efímeras que luego ocupan espacio -físico y mental. Derramamiento de miel (y otros fluidos)  here and there and everywhere . También es ese día en el que hay que lucirnos y sacar a flote el corazoncito romanticón que poseemos, nos guste o no. Por tal motivo, directamente de mi "Antología de las mejores poesías de amor en lengua española", dejo aquí siete poemas de amor clásicos. Recordemos que los clásicos son clásicos porque a (casi) todos gustan y nos salvan -en este caso- de rompernos la cabeza buscando algo para dedicar. Todavía es original, en ciertas partes, regalar poemas. Pero, ojo: no todos sobreviven a un poema de amor. 1. Garcilaso de la Vega Soneto V Escrito está en mi alma vuestro gesto, y cuanto yo escribir de vos deseo; vos so