En este pequeño exilio literario, debería tener un vicio de emergencia, algo como fumar, nada más para luego ponerme como meta dejarlo. Así mejoraría mi vida aparentemente y sentiría que avanzo hacia algún lugar. Ya voy a cumplir años. Lo digo porque si a alguien debería importarle mi cumpleaños es a mí, a otros tantos Facebook se los va a recordar. No sé ustedes, pero vivir 365 días no es fácil y menos en un mundo como el de ahora, así que vale la pena celebrar. Solo he tenido una fiesta en esta etapa adulta, fue en casa de una querida amiga hace dos años. Ahora sinceramente preferiría una cena tranquila o algo para conversar con las personas que más aprecio. Porque todo pasa tan rápido, todos pasamos tan rápido por las vidas ajenas. ¿Y el reloj biológico? No sé, no tengo suerte con los relojes: casi siempre llego tarde a todos lados. Supongo que la única resolución en esta especie de año nuevo es ser feliz (o ser menos infeliz, como dijo alguna vez Mario Vargas Llosa) y guardarme
Blog de Olga Carrizales