Byung-Chul Han, filósofo coreano, dice que estamos cansados. Y tiene razón, al menos en mi caso: siempre tengo muchas cosas que hacer (y eso que no tengo hijos). Es como vivir en un proceso de libertad autodestructiva o, traducido en un opening de Pokemon: "tengo que ser siempre el mejor, mejor que nadie más", desde un punto de vista enfermizo. Hay ser exitoso para poder morir en paz, ¿no? Y si no lo logras, oh, la desonra, el sentimiento de fracaso. Me recuerda un poquito al cuento, "Lo peor de la buena suerte", de Jonathan Minila. ¿Vamos corriendo por la vida o la vida nos empuja fuerte como un río? ¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué esas ganas de resolver el mundo YA, YA, YA? ¿A quién hay que alcanzar? He aquí el artículo de Byung-Chul Han que me hizo reflexionar. Vale la pena leerlo.
Blog de Olga Carrizales