Ir al contenido principal

Casi cumpleaños

En este pequeño exilio literario, debería tener un vicio de emergencia, algo como fumar, nada más para luego ponerme como meta dejarlo. Así mejoraría mi vida aparentemente y sentiría que avanzo hacia algún lugar.

Ya voy a cumplir años. Lo digo porque si a alguien debería importarle mi cumpleaños es a mí, a otros tantos Facebook se los va a recordar. No sé ustedes, pero vivir 365 días no es fácil y menos en un mundo como el de ahora, así que vale la pena celebrar.

Solo he tenido una fiesta en esta etapa adulta, fue en casa de una querida amiga hace dos años. Ahora sinceramente preferiría una cena tranquila o algo para conversar con las personas que más aprecio. Porque todo pasa tan rápido, todos pasamos tan rápido por las vidas ajenas. ¿Y el reloj biológico? No sé, no tengo suerte con los relojes: casi siempre llego tarde a todos lados. Supongo que la única resolución en esta especie de año nuevo es ser feliz (o ser menos infeliz, como dijo alguna vez Mario Vargas Llosa) y guardarme los recuerdos: clausurar lo que alguna vez dolió y continuar. Mi plan de vida y carrera ha tenido tantos borrones que ya mejor hakuna matata, total, no me arrepiento de nada.

Luego, este viernes, leo en el maratón literario de Conarte, a las 9 pm, en Casa de la Cultura. El último evento del año en el que participo (hasta donde sé). Con tanta gente que escribe todavía me atrevo. Sí, amigos, tengo mis buenas -o malas- razones para seguir. Y para festejar.


Como siempre
- Mario Benedetti

Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda

casi no vale la pena desearte júbilos
y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías

acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito
más que el mundo.


Oda al día feliz
- Pablo Neruda

Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.

Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque sí, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.

Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.

Comentarios